lunes, 31 de diciembre de 2007

jueves, 13 de diciembre de 2007

ESO...

¡Ni sueños ni hostias! Me desperté de golpe cuando vi las jodidas fotografías enjauladas en un recuadro. ¡No puede ser! No son ellos… Me miré al espejo y dudé.

Luego intenté saber quién era quién. Al cavo de varios días comencé a comprender que el tiempo nos había realizado una especie de lifting maligno. Pero lo cierto, es que el espíritu sigue en nosotros. Somos como críos… De cincuenta. De cincuenta tacos en la espalda, marcados con el sello laboral en la frente y con el recuerdo de “aquellos adorables años” entre los papeles viejos de un mueble. Volvería a vivirlos… Lo juro. A pesar de todo.

casius